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jueves, 29 de marzo de 2018

Ventana de Semana Santa

Imagen de puertorealweb.es
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       Alguien del público se extraña de que en estos tiempos siga habiendo desfiles procesionales de gente con cara cubierta, túnicas y capirotes, con imágenes dolientes y bandas de música. Y más chocante aún ver a tanta gente joven en la comitiva, e incluso a gobernantes y a militares o policías.
      Alguien pregunta sobre la Semana Santa: ¿Se trata de un acto de fe, de fervor religioso, de una tradición cultural, de un ritual…?
      Alguien observa las imágenes, algunas de ellas excelentes obras de arte. Y observa a gente piadosa que otorga otros valores mágicos a esas estatuas de madera o de escayola y se emociona ante ellas. Ante imágenes o fotografías de sus seres queridos, padres, hijos… ¿también lloran, tiemblan, aplauden…?
      Alguien aprecia el gran número de espectadores en las aceras, con trajes de fiesta, y la manifiesta afición o devoción de los miembros de las cofradías o hermandades. ¡Y los niños vestidos de nazarenos! ¿No parece un contrasentido considerar penitente a un inocente niño?
      Alguien habla de vacaciones. Espera buen tiempo para poder pasear con la familia y los amigos. Mientras los cofrades miran al cielo pero esperando que la lluvia no impida sus procesiones.
     Alguien menciona que el significado de la Semana Santa hace referencia a un acontecimiento histórico que tuvo lugar en Jerusalén hace dos mil años: el asesinato de una persona inocente, al que consideraron un "antisistema". Lo cual tiene similitudes con otros muchos sucesos e injusticias de la actualidad.
     Alguien comenta que este martes santo llegaron a las costas de Cádiz tres pateras con un centenar de personas, entre ellas varias mujeres y menores. La prensa apenas pudo informar por tener ocupados sus espacios con los eventos procesionales.
     Alguien añade que “esas no son imágenes, sino víctimas de carne y hueso… Esas personas de las pateras también son ‘cristos’, al igual que otras muchas personas ‘crucificadas, torturadas, atormentadas, perseguidas…’, más o menos cercanas a nosotros. Pero esa es otra Semana Santa, que parece molestar más que la de las procesiones”.

Al fondo se escucha una banda de cornetas y tambores…

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