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viernes, 6 de octubre de 2017

Ignominioso trato a refugiados

Desde una tierra acostumbrada a recibir personas huyendo de la guerra o de la miseria (Alrededor de 1.000 inmigrantes llegaron a la costa de Cádiz durante el pasado agosto) nos preguntamos: 
¿Cómo llamar esto? ¿Cómo lo llamaría usted…?

Los medios han tenido la gentileza de recordar que el 26 de septiembre acabó el plazo acordado, con carácter ineludible, por los Estados miembros de la Unión Europea para reubicar a 160.000 refugiados. Han pasado los dos años de plazo y sólo reubicaron a 28.242, un 18% de lo comprometido. España sólo acogió a 17.337 (el 11%). Alemania ha reubicado el 30% de lo comprometido, Francia el 22%. Polonia y Hungría a ninguno.
Los medios lo han calificado de INCUMPLIMIENTOS. ¿Cómo lo califica usted…?

Ciertamente los Gobiernos han incumplido las decisiones del Consejo Europeo de julio de 2015. Es bueno tomar nota del valor que tienen las palabras de estos Gobiernos. Todos han concatenado excusas para no asumir sus responsabilidades.
"Este no es el momento de asustarse, sino de tomar medidas. Lo más importante debería ser la dignidad humana", dijo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ese 9 de septiembre de 2015, el día en el que expuso el plan para responder a la mayor crisis humanitaria de refugiados registrada en Europa tras la Segunda Guerra Mundial. Palabras y más palabras…
¿Se puede considerar este comportamiento de los gobiernos europeos como DEMOCRÁTICO, JUSTO y RESPETUOSO de los derechos humanos? ¿Cómo lo considera usted…?

Señalan como razones del incumplimiento: La falta de medidas coercitivas contra los Estados incumplidores, la limitación del programa a refugiados de nacionalidades específicas, la descoordinación... Pero, oigan, es que por medio no está sólo un Acuerdo europeo, sino el derecho de asilo
El derecho de asilo está regulado por el Derecho Internacional y es una obligación de los Estados. Recogido como derecho humano fundamental en el artículo 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y desarrollado en la Convención de Ginebra de 1951 y su protocolo de 1967. Reconocido en la Constitución española y regulado en su Ley de Asilo. Incluido en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea de 2007. Por tanto, no se trata de una simple cuestión sentimental sino de un derecho.
No hablamos, pues, de un acuerdo amistoso o humanitario, sino de un derecho fundamental regulado por leyes. Es decir, estamos hablando de ILEGALIDADES. ¿O cómo lo define usted…?

Insistía el presidente de la Comisión Europea hace dos años, aquel 9 de septiembre de 2015: "¿Hemos olvidado que, tras la devastación de la Segunda Guerra Mundial, cerca de 60 millones de personas fueron refugiados en Europa? Tenemos los medios para acoger a los que huyen de la guerra, el terror y la opresión".
Sin embargo, por la puerta de atrás, están intentando reescribir la Convención de Ginebra para convertir a la Unión Europea en un territorio de fronteras más cerradas que nunca, para convertir el derecho de asilo en un privilegio al alcance de pocas personas y poder acelerar las deportaciones desde territorio europeo. Aumentan las repatriaciones y se erigen más vallas, alambradas y muros. Y se acuerdan frenos al paso de refugiados como con Turquía por 6.000 millones de euros.
Según varias ONG, en las islas griegas se hacinan en condiciones precarias unos 50.000 refugiados. No hay valla, ni muro, ni mar que contenga a quienes se ven forzados a abandonar su hogar, su país para proteger su vida y la de sus familias. Si se les cierra una vía buscarán otra y será cada vez más insegura, especialmente para las mujeres, las niñas y los niños.
Sin eufemismos, es una VERGÜENZA y una tremenda IGNOMINIA. ¿O usted qué nombre le da...?






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