Lección sobre economía municipal

Con suma atención escuchamos la exposición del viejo profesor. Todo se le entendía. Demostración de que es posible explicar cualquier cosa de manera que la gente se entere. Aunque sea un tema tan árido como la economía municipal en Puerto Real. Esto es un resumen.

Puede ser legal y falso a la vez.

Cuando un Pleno Municipal aprueba los Presupuestos Anuales de un Ayuntamiento, queda legalizado todo su contenido, sus ingresos y sus gastos. En adelante, lo legal será atenerse a esos Presupuestos.

Supongamos que los Presupuestos señalan unos INGRESOS de 50 millones y los correspondientes otros  50 millones de GASTOS. Correcto, quedan determinados los ingresos y los gastos.

Llega el balance final de año: Efectivamente se gastaron los 50 millones. Pero resulta que, en vez de ingresar los 50 millones previstos, sólo se han ingresado 40. Se produce un desfase: se han gastado 10 millones más de lo ingresado, o lo que es lo mismo, se ha generado una deuda de 10 millones. Lo que significa que se calcularon mal los ingresos, o como dicen ahora, ‘se inflaron los ingresos’.

Por lo tanto, los presupuestos eran legales por respetar el procedimiento jurídico, pero al mismo tiempo eran falsos porque se calcularon erróneamente los ingresos. Legales y falsos a la vez.

Supongamos que al año siguiente vuelve a suceder exactamente lo mismo. Volvería a generarse  deuda de otros 10 millones. Seguiría siendo legal el procedimiento, pero falsos los presupuestos. Legal, falso y a la vez irresponsable por parte del gobierno al reincidir en el mismo error.

¿Y si esto es lo que ha ocurrido, año tras año, durante el gobierno del Partido Andalucista en Puerto Real?

Puede ser exitoso y fraudulento a la vez.

Cada vez que un Ayuntamiento consigue una subvención del Estado o de la Junta de Andalucía, el gobierno de turno suele proclamarlo como un logro personal. Es una señal y demostración, dicen ellos, de velar por los intereses del municipio y atender sus necesidades. Todo un éxito.

Pero todas las subvenciones son ‘finalistas’, es decir, se conceden para  “un fin determinado y con unas condiciones determinadas”.  Supongamos que el gobierno municipal (como ha ocurrido en varias ocasiones en tiempos de Barroso y del Partido Andalucista) hace la trampa de utilizar ese dinero de la subvención para otros asuntos o fines. Pues, al faltar los justificantes pertinentes,  obligarán al Ayuntamiento a devolver todo ese dinero de la subvención y, además, con intereses. En cuyo caso, la población primero tuvo que aguantar los discursos triunfalistas de sus gobernantes y después ha tenido que pagar los platos rotos, mientras los responsables miran para otro lado, inventando justificaciones. Planes exitosos y procedimientos fraudulentos a la vez.

Sólo un botón de muestra: La Junta Andalucía concedió unos 600.000 euros para hacer un campo de fútbol y sala de barrio en la barriada del Río San Pedro. Ese dinero no se ha justificado  debidamente.  Ahora el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía condena al Ayuntamiento a pagar 725.786 euros a la Junta de Andalucía en concepto de la subvención más los intereses. ¿Por cuánto dinero nos va a salir ese campo de fútbol? Un proyecto exitoso y fraudulento a la vez.

Por sentencias similares, pertenecientes la mayoría al período de 2011 a 2014, ya pagó el actual Equipo de Gobierno 1.744.636 euros.

El profesor terminó su comentario señalando la diferencia entre lo razonable y lo cínico.

Es razonable que el gobierno local aluda machaconamente a la asfixiante deuda heredada de 150 millones de euros y se queje de tener atadas las manos por el ‘plan de ajuste’ que firmaron Andalucistas y el Ministerio de Hacienda.

Es razonable que el gobierno se alegre de salir adelante a pesar de todo, y de haber reducido la deuda un 19% (22 millones de euros) en año y medio, y haber acortado a menos  de 3 meses el período de pago de trabajos de pequeñas y medianas empresas para el Ayuntamiento.

Es razonable que los partidos de la oposición pongan en evidencia la austeridad de este gobierno, las diversas reparaciones pendientes, los servicios deficitarios y el incumplimiento de varios objetivos económicos de su programa electoral.

Pero, a la vista de los hechos, decir que este municipio va la deriva porque el gobierno actual es incapaz de gestionar este ayuntamiento (sabiendo que, cuando llegó este gobierno, el ayuntamiento ya se encontraba en situación desastrosa por la mala gestión de gobiernos anteriores) más que razonable es cínico.

¡Gracias, profesor!, todo cuanto ayude a la transparencia de la gestión municipal es sano para la población.

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