El pasado viernes, 17 de noviembre, tuvo
lugar en Puerto Real la Presentación del
Proyecto “Las Aletas: Alternativa Real y
Sostenible”. Un proyecto
fruto de un largo trabajo en comisión por parte de numerosas organizaciones y expertos
(ingenieros y técnicos, colectivos ecologistas, sindicatos, asociaciones
cívicas de afectados por el desempleo,
la Mesa por el Empleo de Cádiz, asociación Federal para Fomento de la Economía
del Bien Común, asociación Bahía de Cádiz, asociación para Mediación Social
EQUA, el ayuntamiento de Puerto Real, etc.).
Quienes presentaron el Proyecto lo hicieron
en términos muy positivos y efusivos, algunos rozando el mitin y la soflama. Pero
lo cierto y verdad es que es el único proyecto que se conoce después de
la última Sentencia denegatoria del Tribunal Supremo (4/abril/2017).
Cada cual podrá valorarlo personalmente tras
su lectura en la web de Participación Ciudadana.
Durante el acto de presentación fueron
brotando diversas SENSACIONES.
Parece ser una ‘alternativa real’ frente
a las propuestas estériles e inviables, que durante diez años vendieron humo e
ilusión pero sólo generaron desconcierto y frustración en la población. Modelos
antiguos que fracasaron, razón por la cual hay derecho a intentar otros alternativos.
Se atisba como ‘Proyecto real y sostenible’
frente a los megaproyectos ilusorios, que sólo sirven para la especulación,
para el beneficio privado y para la degradación ambiental. No falta suelo
industrial, lo que faltan son empresas. ¿Para qué sirve un macropolígono
industrial sin empresas, o aeropuertos como en Castellón o Ciudad Real sin
aviones, o la Ciudad de la Luz de Alicante sin rodajes de películas, o
estaciones de AVE que utilizan apenas 10 personas, etc.? ¡Cuántos millones dilapidados para engordar los bolsillos de unas
cuantas empresas y de unos pocos comisionistas!
Se atisba como un proyecto ‘nuestro’,
que tiene en cuenta nuestro terreno litoral, nuestro entorno y riqueza natural,
nuestra historia, nuestros recursos, nuestro paisaje vital, nuestro patrimonio
comunal, nuestra cultura y conocimientos, nuestras capacidades.
Se ve como un proyecto ‘para nosotros’, para ser
más autónomos y dueños de nuestro destino y menos dependientes de grandes multinacionales
que sólo miran por sus negocios. Y poder producir energías renovables que
aumenten nuestra soberanía, y responder a las necesidades de nuestras gentes, y
generar trabajo estable y sostenible respetando nuestro medio natural.
Aparece como un proyecto ‘participativo’,
porque es mucha y muy diversa la gente que está trabajando en él, son muchas
las ideas que se recogen y es transparente, al contrario de antiguos
proyectos secretos elaborados según dictados políticos por élites
institucionales y partidistas.
Da sensación de proyecto ‘ilusionante´, porque contamos
con un patrimonio milenario natural y maravilloso, que puede convertirse en la
principal fuente de riqueza en el futuro, que encierra muchísimas posibilidades
de producción (esteros, fangos, talleres, acuicultura, turismo y visitas culturales,
producción de energías renovables, salinas, etc.). Y todo de forma real y
sostenible.
Los partidos de la
oposición,
ausentes por cierto en ese acto de presentación, ya rechazaron en Pleno
municipal una moción sobre este proyecto en mayo/2017. Al parecer, prefieren
seguir vendiendo humo con proyectos del pasado: “Iba a ser la panacea para la Bahía de Cádiz, se crearían 18.000
puestos de trabajo mágicamente, las Aletas se convertiría en la tercera joya de
la corona de la Junta, un polígono con innumerables posibilidades, de vital
importancia para el auge económico y social de nuestro pueblo,…”, son
frases textuales. Vendieron aire, fantasía, ficción, a la vez que imagen
partidista.
Esa es la cuestión: Hablamos de
proyectos reales frente a sueños y quimeras. Y sólo es posible la reivindicación con proyectos reales en la mano,
no con sueños.
La realidad desmiente: Durante diez años nos han vendido el
sueño de Las Aletas. No existe. Se iban a crear miles de empleos, pero el único
empleo creado son los 150.000 euros anuales que se están chupando los políticos
del consorcio de las Aletas. Hay motivos para pensar que varios dirigentes antepusieron
su imagen partidista y la captación de
votos a los intereses del pueblo.
Los 100 millones actuales en
la caja del Consorcio brillan como la estrella de un belén. ¿No es un auténtico
despropósito ese dinero ocioso en esta
zona que padece tanto desempleo y tanta exclusión social? Hasta se habla de riesgo
de que los 100 millones puedan volar a otra parte.
Pues bien, frente a las distintas tramas políticas se quiere defender este
Proyecto de las Aletas, como alternativa real y sostenible.
Pero mejor que la presentación
es el Proyecto. Un trabajo concienzudo de 250 páginas, que se puede leer
en la web de Participación Ciudadana del Ayuntamiento.
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