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domingo, 25 de junio de 2017

Paradojas

Mientras tomábamos una tapa de caracoles, nuestro amigo comentó que “vivimos en un mundo paradójico”. Y el tema se abrió.

Al recuerdo nos vinieron algunas paradojas. Las hay de todo tipo y en todos los ámbitos…
Napoleón Bonaparte, el más francés de los franceses, no era francés. Ni era ruso José Stalin, el más ruso de los rusos; y el más alemán de los alemanes, Adolfo Hitler, había nacido en Austria. Margherita Sarfatti, la mujer más amada por el antisemita Mussolini, era judía. 
Los negros norteamericanos, los más oprimidos, crearon el jazz, que es la más libre de las  músicas. Carlomagno, creador de la primera gran biblioteca de Europa, era analfabeto. Joshua Slocum, el primer hombre que dio la vuelta al mundo navegando en solitario, no sabía nadar. John Locke, el filósofo de la libertad, era accionista de la Royal Africa Company, que compraba y vendía esclavos. El primero de los borbones, Felipe V, estrenó su trono firmando un contrato con su primo, el rey de Francia, para que la Compagnie de Guinée vendiera negros en América. Cada monarca llevaba un 25 por ciento de las ganancias. Y fueron nombres de algunos navíos negreros: Voltaire, Rousseau, Jesús, Esperanza, Igualdad, Amistad. (1)
Y así podríamos seguir contando y contando. El libro de viajes de Marco Polo, aventura de la libertad, fue escrito en la cárcel de Génova. Don Quijote de La Mancha, otra aventura de la libertad, también nació en la cárcel.
Paradojas en este mundo en el que hay tantos hambrientos como gordos. Los hambrientos comen basura en los basureros; los gordos comen basura en McDonald’s. 

Y desembocamos en nuestro entorno, también rico en paradojas.
Algunos grupos celebraron la noche de San Juan en la playa de la Cachucha, celebraron el solsticio de verano, una noche simbólica, de fuegos, de purificación, de limpieza interior, pero después se marcharon dejando la playa llena de basura.
Gente ilusionada con su perrito, que, desde bien pequeño, le enseñaron a utilizar un cartón en la terraza para hacer sus necesidades y no manchar el salón, pero en la calle se despreocupan si el perro deja su mierda en la playa, en un jardín, o en medio del paseo.
Personas cuidadosas de sus cosas, su casa, su coche, sus macetas, su parcela, se vuelven de pronto descuidadas con los bienes públicos, no usan correctamente las papeleras y contenedores de basura, dañan los bancos y farolas, deterioran los parques y columpios de los pequeños… ¡Lo público no es de nadie!
Tampoco faltan las paradojas en el terreno político.
El partido andalucista que, durante su gobierno y debido a una enorme deuda, pactó con el ministro Montoro un  plan de recortes para 15 años, ahora no cesa de criticar y censurar al gobierno de turno por estar aplicando esos recortes obligatorios.
Un área de Medio Ambiente que, siguiendo sus directrices ecológicas abandonó el peligroso herbicida glifosato, ha montado con medios naturales unos preciosos jardines zen en la calle Bolonia, pero al mismo tiempo ha dejado secarse toda la zona verde de la arboleda de la plaza colindante, la Plaza de la Libertad, cuyo servicio se ha estado prestando durante decenas de años por ser espacio peatonal de paso entre barriadas.    
Una concejalía de participación que ha ideado diversos foros y actividades de participación, en los que casi nadie participa. Se acusa a la ciudadanía de apatía y de no querer participar, la misma ciudadanía que participa animosa cuando quiere y para lo que quiere. ¿Tal vez falta autocrítica y auto-revisión de conceptos y procesos? ¿Por qué la participación verdadera y  el concepto de participación  va a ser exclusivo de un grupito gobernante, y no han de valer otros conceptos de participación de la ciudadanía, que, al fin y al cabo, es la que tiene que participar? Es ingenuo poner la solución en un refrán: ‘Una buena capa todo lo tapa’, sea la capa de ‘la ideología’, del ‘programa’,  del ‘cambio’, de ‘la cultura’, de ‘la tradición’,…
¡Qué bueno descubrir este mundo paradójico repleto de personas paradójicas! 

PUERTO REAL actualidad

(1)      Refer. Paradojas E. Galeano (libro de los abrazos y otros)


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